Empieza el día tranquilo, todavía no se si es la tranquilidad que me dejó anoche ver que no sentía nada y resignarme, ver qué hay una inseguridad por si dolerá en algún momento perderme y no por perderme hoy. O si será la charla amena, como dos amigos y alguna que otra palabra con sentimiento que para mí sorpresa dejo salir. No se cuanto va a durar la tranquilidad adentro mío, pero la disfruto, es más liviano tristeza y paz que tristeza y desesperación.
Ayer me dijo "sabes que te daría el mundo, no?" Y no sabía si reírme o llorar.
Era y es tan pequeño el límite entre la confianza y la desconfianza y no solo con el, con el mundo, con la vida en mi caso. En este caso mi confianza con el, la confianza que le regale solo por mirarme lindo, esa confianza que de alguna forma no valoró yo en dársela, ni valora el perdiendola tantas veces.
Esa confianza que cuesta tanto hacer creer y que en solo un día pierde.
Esa confianza que ya no me esfuerzo en tener cuando se va sin más, para no traerme decepciones sin sentido.
En fin, me levanté con menos dolor que ayer, con menos bronca y con mas resignación.
El día es largo y yo inestable, pero ganas de seguir no faltan.
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