Life’s what you make it, so let’s make it rock

8 mar 2017

Diario de soledad (8/3)

Días largos si los hay, de ayer a hoy ví su cara, toque su piel, roce su boca, llore.
Y nadie imaginaria que verlo sentirlo y recaudar mil razones más para extrañarlo me alejaría. Verlo y ser fuerte, verlo y ser débil, verlo y dudar, verlo y dejarme llevar, verlo y creerle a sus ojos.
Entre vueltas, despedidas, discusiones,  palabras, caricias y muchas muchas lágrimas no pudimos soltarnos, ni yo a el, ni el a mi. Despues de tanto tiempo resolvimos alejarnos para acercarnos. Que como todo el mundo avanza, nosotros retrocedamos. Que puedo decir en ese momento en el que está en frente, mi miedo de no volver a verlo puede más que cualquier cosa y diría que si a todo, cualquiera sea la propuesta.
Hoy con la cabeza fría se que es casi imposible lo que pedimos, que no levantarme con un buen día, acostarme con un te amo y todas las cosas de las que se liberó me duelen, que no son realmente lo que quiero, lo que espero de una persona. De hecho a excepción de los intervalos de felicidad, hace rato que el no me da lo que quiero.
Hoy alguien me dijo, más que lo que quiere el que claramente no está seguro, se trata de lo que vos querés, porque al otro no lo podés cambiar así que enfócate en lo que si podés cambiar de vos, y no para estar con él sino para tu vida.
Siento que quiero alejarme de a poquito, dejar de extrañarlo, cada vez prestarle menos atención, hasta ser casi indiferente; suena horrible, egoísta y lo es. Tan egoísta como pedirme que solo seamos el y yo cuando no quiere estar realmente conmigo. Tan egoísta como querer que espere que le llegue su amor cuando está tranquilo mientras sufro. Tan egoísta como dejarme después de todo el pasado.

Si, estoy enojada, de mal humor, buscando la mejor forma de seguir, no hay vueltas hoy, ni poesía, ni nada. Solo un corazón roto y una cabeza agotada.

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