Volaré

Para que me das la libertad, en esta aventura? Si te llevo como enfermedad, que sabe a la cura...
No sabría decirles si es un error o un acierto. De verdad no sé, porque aunque mi único deseo era ese, dormir con el y comer de postre un alfajor. Se que si yo no lo buscaba el tampoco iba a venir a buscarme, probablemente nunca más. Algo nos dice que el interés es de un solo lado, cierto? Y si no es mutuo...
Lo miré dormir, otra vez, lo mire y pensaba 'volve, todavía te amo, todavía espero' como si alguien estuviera encerrado adentro de el. Adentro de esa piel que tiene el mismo olor y es igual de suave que siempre. No aguante, el sentir que era el, el de siempre, me desespero. Llenarlo de besos, no me hubiera cansado de hacerle el amor nunca.
A veces en mis enojos y dolores pienso que quizás ya no lo ame. Ayer me di cuenta que me miento, que si lo amo, como amo muy pocas cosas en este mundo. Quizas no esté enamorada como alguna vez, pero amo, amo muy fuerte. Tanto que solo me dormí cuando me abrazo, cuando sentí un poco de amor.
Es confuso, yo sé que en estos días fue todo desamor, ni por un segundo hubo dudas sobre el. Pero no me quiero mentir. Sigo esperando que ese el que me enamora vuelva y sigamos caminando, volando.

Pesadilla

Es temprano, estoy despierta hace algunas horas. Un sueño, una pesadilla me despertó. Hay días que quiero recordar un sueño y aunque intente guardarlo se va, este no es el caso. Este es uno de los sueños que preferiría olvidar al instante, pero está ahi, firme, doloroso.
Volvieron esos sueños, volvieron a arruinarme el sueño, porque a veces no es suficiente con dormirse llorando.
Intuyo que vienen para hacerme entender que hay que seguir, para darme ese cachetazo que haga el click en mi y me de rabia convertida en fuerza para seguir.
Fuera de mis pesadillas, estoy triste, por el, por mi, porque no encuentro algo peor que levantarme llorando, realmente no.
Porque mi cabeza se vuelve traicionera y es difícil pararla cuando lo que sentís no ayuda. Fuerza, voluntad, amor propio y adelante.

No creo que lo olvide, hay cosas, personas que no se olviden, fuera de todos los escombros hay cosas hermosas de la historia de un primer amor que fue casi mágico. Pero una mañana me voy a levantar y sentir un poco diferente. Y todos los ejemplos no van a ser sobre el, y no me voy a ir rápido después de nombrarlo para que nadie vea mis ojos. Un día voy a recordar y sonreír sin necesitar.

Abrazos en el tiempo

Me ubico en la realidad, todos los días hago un esfuerzo por acordarme cómo llegue aca, por qué estoy así, por qué está lejos, soy consciente que es una cuestión de tiempo, de dejarlo pasar, respirar hondo y seguir hacia adelante.
Pero mientras tanto, mientras vuelvo a aprender a quererme, mientras vuelvo a aprender a olvidar. Mientras tanto todos los días tienen éste momento, éste en el que se mezcla un poco el sueño y el frío y se cuela esa tristeza que tanto evito. Y lo único que quiero es volver el tiempo para atrás y darle un abrazo, de esos en los que me podía dormir, de esos que son tibios, cómodos y tienen el poder de calmar el corazón o hacerte llorar hasta que entiendas que todo va a estar bien. Sin necesidad de decirlo.
Pero caigo en que el tiempo es lo único que no vuelve. Igual que él, que se fue con sus abrazos y nunca volvió. Igual que yo, que me quedé esperándolo y tampoco volví.

Contradictorio

Leí en algún lugar que el corazón de alguien le pertenece a la persona en la que piensa antes de dormir y cuando se levanta. Mi intriga es ¿cuando te dormis llorando por alguien y levantas llorando por la misma persona, eso qué significa? Si también lei que si te está matando no puede ser amor y mucho menos el de tu vida...
Son contradicciones. Y hoy pensaba que todo en el amor es un poco contradictorio si hasta los malos momentos se vuelven recuerdos lindos cuando está esa persona al lado. En fin.
Les dejo esto acá, mientras sigo en el intento de olvidar.

Duele, grito, lloro. Abrázame. Volvé a ser.
Te regalo mi luz, dame tu magia

Guerra de mundos

Eligió irse, si ya se, ya lo había hecho antes. Si ya se, hace días que se fue. Pero bueno, ya les dije un poco loca estoy, también un poco adicta y no solo un poco rota. Hace rato me siento rota sin exagerar, empecé a sentir que estaba rota cuando tenía ocho años, a los ocho años una persona que hoy elijo omitir de mi vida y que pierdo mucho por eso, pero que realmente necesito omitir. Me acusó de haberle robado, se imaginan acá la chorra de ocho años? Le había sacado un reloj según ella... Insistió, insistió, insistió, la persona que tenía que creer en mí no lo hizo, y un día en mi mente de ocho años llena de imaginación empecé a pensar que quizás sí lo había agarrado, que quizás me había levantado sonámbula a la noche y lo había agarrado aunque no me acordara. Un día lo dije, pensando que sería el fin, lejos de eso me persiguieron hasta que agarre un reloj de mamá y se lo di 'este no es'... Ese era el único que yo tenía, en mi imaginación ese era el que sonámbula había agarrado. Esa fue la primera vez que me acuerdo romperme.
De ahí en adelante empecé a aprender de a poco a asentir para evitarme el sermón, empecé a ir en contra de lo que me hacía bien a mí porque creía que le hacía bien a alguien más, me empecé a romper de a poquito sin darme cuenta. Cuando llegue a la adolescencia ya era una locura, ya tenía más muros de los que podía saltar, ya tenía más miedos de los que podía entender. Empecé otra vez a actuar en mi contra, tratando está vez de hacer feliz a los demas, de encajar, de no parecer tan rota. Solo me rompí un poco más. Seguí hasta sentirme sola, hasta quedarme sola. Yo amo a mi familia, muchísimo, pero por mucho tiempo cada uno tuvo su mundo, y el mío, mi planeta era el más alejado de todos, no llegaba el ruido de mi llanto, no llegaba la imagen de yo con 15 años totalmente borracha, no llegaba nada. Se veía el reflejo de lo que yo dejaba ver 'lo bueno'. Decai, decai, decai. Un día llegue al tope, y lo ví, ahí a lo lejos, una persona que había visto lo bueno y lo malo de mi, que me había amado y odiado. Me acerqué, lo agarre, me dió al mano y empezó a apretar, un abrazo, un beso, una caricia, silencios, un hombro, aprendimos juntos como cuidarme un poco más, me hizo amarme, sentí que ya no era solo esa persona rota, ya no era esa chica que no encajaba en ningún lado, solo con lo que era yo, con lo más genuino alcanzaba y sobraba. En fin, me enamoré de su mundo, ese que pareció tan distinto y lejano alguna vez y que de un día para el otro era mi mundo vecino, al que saltaba casi todos los días, visitaba a menudo y cuando no estaba ahí, lo estaba pensando.
Un día hubo una explosión salte a su mundo más que nunca y el en la explosión se fue muy lejos, quedé flotando en el aire. Sola otra vez, la explosión me rompió y creo que a él también. Muchos pedazos míos se quedaron en su mundo y muchos suyos en el mío. Las explosiones no cesaron, siempre me acercaron más y siempre lo alejaron más. Una guerra de dos mundos.
Una que peleó sola. Ya no hay explosiones, solo implosiones, una atrás de otra, cada día me rompo más. Volví a ser esa chica rota, que quiere encajar un rato. Y ahora que se cómo solo quiero eso, que me vuelvan a abrazar hasta juntarme, ser yo y nadie más y que baste y sobre. Volver a amar, volver a amar muy fuerte.

Me sangran las heridas, necesito su abrazo. Soy adicta. Aumento la dosis con la ilusión de que vuelva a causar el mismo efecto. La abstinencia me acuesta en mi cama, me hace sangrar. Alusino, alusino la presión de ese abrazo que alguna vez me junto todas las partes rotas. Alusino y por un segundo me olvidó que esas mismas manos me rompieron tanto, tantas veces. Necesito su abrazo. Su olor, su cama, su casa, lo necesito. Porque no conozco otra forma de sanar.

Imaginación

Siempre me pasa en los primeros días, en el intento de seguir con mi vida a la distancia lo pienso, me canso de pensarlo, imagino que va a estar sentado en mi cama cuando llegue, que va a haber convencido a mi mamá de que ya no lo odie, que me va a llegar un mensaje de una amiga diciendo que subió una foto conmigo y una declaración, que simplemente voy a salir de algún lugar y va a estar ahí, para decirme 'dale, intentemos una vez mas', pero no pasa, saben? No es que yo sea una lunática, que lo soy, es que el era así, de los pies a la cabeza hecho de magia. Si les muestro una foto me dirían mira si ese flaco así de bueno como está va a tener un gramo de magia... Pero si, la tuvo. Quizás la tenga todavía. Solo que no me la comparte. Hace un tiempo que cuando pasa esto, me acuerdo su cara que por mucho enojo que yo tenga, siempre va a ser la más linda y trato de no recordarla. Las primeras veces que esto pasaba yo llegaba y prendía la luz despacito y nada, mi cama vacía, o bueno llena de ropa porque soy un caos, pero él no, y lloraba, lloraba tanto. Ahora voy en el colectivo o caminando y empiezo a volar y desde mi otra personalidad me tiro con la gomera y bajo a la realidad.
En fin siempre me voy por las ramas, lo que quería contarles era que en estos días que extraño tanto me cuesta un poco acordarme por qué es que no estoy cerca suyo, me olvidó que su miedo o su desamor (es un poco confuso el tema porque él dice amar, pero lastima, bueno, historia larga) me olvido de sus errores(horrores), me olvidó de los míos y me olvido mucho más de los nuestros. Lo pienso, sentado al lado mío en el sol, mirándome como me miraba antes o riéndose o comiendose un sanguche de bondiola, contento/contentos. Que cómico no, me rompe el corazón y a mí me hace feliz verlo comer.
Ayer por ejemplo planee un fin de semana en mi cabeza. Era algo así, el sale de la facultad el viernes a la noche y nos vamos a dormir a su casa, nos dormimos temprano, Netflix queda de garpe, el sábado tipo diez/once nos levantamos y charlamos, nos reímos, desayunamos y decidimos ir a pasear, peleamos un poco porque estoy yo en la historia y me gusta pelear y está el que ni a palos te decide donde ir a pasear, pero pasa, en un momento me mira como dale flaca saca esa cara y le saco la lengua, que es mi clara señal de paz y todo sigue su curso. Acá la historia se parte en dos, porque no me pude decidir.
Continuación π: Paseamos, desde el mediodía, a las 5 juega a la pelota así que vamos (me encanta verlo jugar), tipo siete volvemos cansados, felices y decidimos dormir un ratito que se nos vas de las manos y cuando nos queremos dar cuenta nos tenemos que levantar, bañar, cambiar y poner hermosos en segundos, tenemos un cumpleaños, seguro de un amigo de él porque yo no tengo muchos. Nos vamos, la pasamos bien el en la suya y yo, que me cuesta poco y nada socializar, en la mia. Volvemos y sexo, poco pero intenso porque hay ganas pero hay sueño. A la mañana siguiente me voy temprano, me acuerdo que yo también tengo una casa y una familia. Y antes de irme el o alguien me pregunta 'venís a la noche?' y yo diría 'obvio' pero disimulando un poco lo feliz que me hace esa pregunta y la emoción de saber que veo a 'La Pepita'  (dígase la sobrina del sujeto en cuestión), ya está me fui, después vuelvo ya acá no importa.

Continuación Ω: Dormimos, el se levanta y se pone lindo, como yo no voy me quedo en la cama y me apuro, el medio que se molesta porque no me apuro y yo medio que me molesto porque soy más celosa que (no se si hay algo más celoso que yo para ejemplificar). Me lleva a casa y chau, la conversación medio turbia. Al mediodía del día siguiente me busca almorzamos en su casa y a la cama y ahí va lo divertido, sexo-siesta, sexo-pelicula, sexo-sexo, merienda-sexo. Hasta que chau, nos dormimos de verdad y de pronto se nos fue el día y tenemos que cenar y despues, 'te quedas a dormir?'...

Así, así de mucho vuelo. El ahora ya se quedó sin magia o está congelada o está abajo de sus millones de capas de miedo. No quiero extenderme mucho porque así como lo puedo amar mucho también lo puedo odiar... Y no les quiero generar traumas. En fin. Esto no es real, el ya nunca se levantaria tan de buen humor, ni a palos quiere salir a pasear de la nada y menos que menos si tiene un partido, no hay chances de que me lleve a un cumpleaños y la cena del domingo puede pasar, pero seguro que no es el que me invita.

SOÑAR NO CUESTA NADA, NO?

recuerdo-amor-extraño

Cuando lo veía dormir, mi mundo se terminaba ahí, y si se reía eran como fuegos artificiales. Me cansé de sacarle fotos dormido, si ya se, que densa... Pero es que necesitaba retratar que era de verdad, les juro, no había visto nada tan hermoso antes, las pestañas largas, la boca así apretada, siempre calentito y con la piel más linda del mundo. Yo ya no sabía cómo hundir la cara en su espalda.
Verlo dormir era el momento en el que reflexionaba cuan afortunada era, me preguntaba cómo ese humano así de bello podía solo durmiendo hacerme sentir que iba a estar todo bien cuando nunca antes me había sentido segura. Que al lado suyo nada podía pasarme.
Hoy esa sensación es un recuerdo, últimamente su espalda ya no era tan cómoda y dormido solo me recordaba todo lo que había sentido alguna vez, aunque ya no era seguro, a esta altura era un peligro hundirme en su espalda.

Dicen, que es una cuestión de días, que tengo que acostumbrarme, ahora se que mi mundo no se termina en el y que los fuegos artificiales van a volver cuando vuelva a reirme. Quiero decirles que todavía creo en el amor, que lo intente hasta el cansancio, que no quería que fuera recuerdo. Pero no todo es como queremos.

La realidad supera la ficción.
Un amor que se volvió recuerdo, un recuerdo que se volvió amor y un amor que se volvió un extraño.

Amor

El amor, la palabra, el sentimiento, el universo, el propio, el de los demás, el amor lo cambia todo. El amor duele, el amor esto, el amor lo otro. El amor te cambia de mundo, vos podés vivir mil años, miserable, sin amar, sin amar(te) y un día boom, amas y de pronto el cielo es de otro color, el sol que salió todos los días los mil años anteriores ahora te pone de buen humor, le da sentido a tu vida. Repito, el amor lo cambia todo. La libertad es más libre, las rosas son más rojas, el espejo que siempre te dijo que eras horrible ahora te ama un poco más. De pronto le sonreís a alguien y tu mundo que no tenía tiempo ni para respirar, se detiene ahí, en esa sonrisa. El amor te enloquece para bien o para mal, no cierto... Yo por amor, salte la reja de la casa de un pibe a la una de la mañana. Y también enloquecí cuando llegue y me tire en mi cama mirando al techo, después de cenar con el, y nos reímos solos, el techo y yo, nos reímos un montón. Así de loco todo. Soñé un año seguido, los 365 me atrevería a decir con una sola persona, en sueños me debo haber casado 100 veces, tantas que me lo crei el tema del casamiento y de pronto me dormía con ese pibe, el de la reja, los sábados tipo once.
Un día el amor se fue, no, a mí no, ojalá!
A él se le fue, no sé muy bien qué pasó, fue confuso, se le empezó a filtrar, se le escapó, se le diluyó, no estoy segura, pero el amor, se fue.
Y ya les digo que el amor lo cambia todo y cuando se va... Mamá, yo que ustedes corro cuando se va. Bueno en realidad no, porque yo corro y eso que llevo adentro (cuando es amor, amor y cuando es desamor, desamor) eso que llevo adentro me sigue dónde voy.
Acá estoy con la vida dada vuelta, ese flaco con su amor combinado con el mío me dió vuelta el mundo y cuando se fue, cuando el amor se fue, porque el a pesar de eso se quedó un tiempo más, cuando el amor se fue no sé me volvió a enderezar el mundo. Y sabes vos lo complicado que eso sostenerte patas para arriba sin ese otro, sin ese amor que te haga equilibrio.
Así que no quedo otra, y me tire. Caí de cabeza. Está bueno caerse a veces, sabes? Desde el piso lo ves todo diferente, otra perspectiva.
Acá estoy, ahora sí se me está yendo el amor que lo cambia todo, no se va para afuera, se va para adentro, ahora en vez de darle todo el amor a esa sola persona me lo reparto un poco para los demás, un poco para mi. Y así la piloteo, hago equilibro, hasta que llegue el próximo choque de mundos, mundos de amor, y me de vuelta, otra vez. Ojalá el siguiente no se vaya.