De acá para adelante, esa debe ser mi frase de cabecera en estos días. Sin embargo se me está haciendo un poco difícil no espiar un poquito lo que dejo atrás. Esta es la primera mañana después de muchas sin un buen día, es la primera en la que mi plan de todo el día es que no estés, ni aparezcas. Es la primera de muchas en las que me voy a levantar pensando en vos y se me van a ir a veces muchas y a veces unas pocas lágrimas. Es la primera de muchas mañanas en la que nos respeto a los dos, pero intento quererme más a mi.
Hoy me levanté con ganas de tenerte al lado, como ayer me acosté con la misma sensación, no se si será el frío que te hace más necesario, pero nada me hubiera gustado más que un abrazo tuyo, que dormirme en tu pecho, que darte un beso antes de dormir o el desayuno ente sonrisas. Espiando para atrás me crucé algunas fotos, y en cada una que apareces se me llenan los ojos de lágrimas, te extraño, vuelvo a sentir que quiero la vida con vos y después tengo que borrarlas, porque esta es la primera mañana y como cada mañana tengo que avanzar un paso, más lejos de vos y más cerca de mi.
Todavía te quiero, mucho te quiero. Y se que esta tranquilidad que tengo hoy no va a ser duradera, que los altos y bajos están en la puerta, y que en este duelo, estoy todavía en el momento en el que todos los días se tratan de no tenerte cerca, pero como siempre, esto también va a pasar. En fin, dicen que el dolor es inevitable, pero el sufrimiento opcional.
Espero que sea así, espero dentro de poco dejar de hablarte a vos, como si esto fuera una carta o una descarga que fueras a leer, esto ahora se trata de mi, de mi sonrisa, de mi vida, de recuperar todo eso que te di y quisiste, pero no supiste cuidar. De a pedasitos, un poco roto y con algún que otro pelo tuyo, pero mis cosas para cuidarlas yo y todos los que si quisieron quedarse siempre.
DEJAR IR TODO LO QUE NO ME TRAIGA PAZ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
ideas ajenas que capas servirán