Basta para mi, basta para todos.

No juego más, retiro la apuesta. Ya puse las cartas sobre la mesa, no gane, pero hice un buen juego.
De las mil cosas de las que me cuido para no obsesionarme, porque se que no tengo muchos grises en mi, vos debes ser la mas peligrosa y mas difícil de descubrir. En tu sonrisa me perdí un millón de veces y me olvide todo el daño que podías hacer, en tus promesas me derrito de a poquito hasta creerme todo, muchas veces no me doy cuenta que prefiero que no me hagas llorar a que me regales un millón de cosas en San Valentin. Perdí la cuenta de cuantas veces estuve ahí en ese lugar en frente tuyo adentro de un auto queriéndote operar a corazón abierto con palabras y ahora que lo pienso, no lo logre, ni una vez.
Sé que este lugar en el que estoy ahora es momentáneo, se que lo único que cura es el tiempo y la voluntad, las ganas de ser feliz. Se que quizás escriba mil notas mas alguna pidiendo que vuelvas, otras enojada, dolida, otras con positividad. Pero se que un día voy a empezar a sentir que no tengo palabras, que no tengo tanto que sacar para afuera porque lo que tengo adentro este bien donde esta, porque sean cosas buenas, cosas que me hagan bien.
Te perdono, te perdono por hacerme sufrir, te perdono por estar dejándome ir, te perdono por todo.
Me perdono, me perdono por equivocarme, por mis defectos, todos ellos, y me perdono por no entender que quizás nuestro camino no es juntos, al menos no hoy.

Es tu turno, hace mucho que es tu turno, podes hacer lo que quieras.