Brilla

Estoy sola. Y no lo digo para lastimarte, para mover algo adentro tuyo. Lo digo porque es la realidad. Lo digo porque asumo desde donde tengo que arrancar.
No intentes contradecirme, ya sabes que las palabras cuando no tienen acciones que la respalden no valen nada. Y ese es otra vez el caso.
Hoy, despues de mucho llorar y mucho padecer. Pienso que estás ahí, haciendo tu vida, sin soltarme, sin dejar que alguien más me cuide.
Y como realmente no logro ordenar mi alma, como no sé para dónde correr. Voy a aprovechar, voy a aprovechar el momento, voy a aprender (otra vez) a estar sola, a no buscar tus brazos a no pensar en tus hechos que nunca llegan.
Entiendo y acepto que como parte del proceso va a haber días malos en los que aunque tire para el lado contrario voy a llorar queriendo que estés, pero no voy a llamarte. Tu padecer es que en los buenos, tampoco voy a llamarte.
Vas a estar, ahí, de fondo en el mismo lugar que me tenés a mi. Y no, no lo hago ni lo digo por vengativa. Lo hago porque parece funcionarte mientras yo sufro un mes y otro mes y otro mes.
Tengo mi vida. Mía.
Hoy le dije a alguien que irónicamente conozco gracias a vos que a mi no me importaba el aspecto o el gusto de música... Me importaban los valores, el por qué de las prioridades. Y después de decirlo me hizo eco, mi prioridad soy yo, nadie va a abogar por mi, nadie va a caminar ni sonreír por mi. No quiere decir que este sola en todo sentido. Quiere decir que estar acompañada no quiere decir que los demás tengan que hacer por vos. Basta con que empujen cuando te estés por caer, que alienten cuándo vas bien y que te sepan desacelerar cuando vayas tan rápido que estés por chocar.
Hoy no te puedo dejar atrás. Pero puedo intentar muchas cosas más por mi.
No va a se hoy, quizás no sea mañana, pero va a ser, vos creeme que uno de estos días vas a ver qué algo brilla y algo es alguien y alguien soy yo.