Mucho tiempo creí que independencia significaba poder solo, estar solo. Mucho tiempo pude con eso. Hasta que ya no.
Llegue un día a un lugar que me salvó de a poquito. Dónde mil veces me repitieron, no estamos destinados a salvarnos solos. Tanto decirlo lo creí. Primero tuve fe, después necesite un poco más. Y cuando no lo encontré. Seguí con mi soledad, pero esta vez, sabía que no era la solución. Entonces llegaste. La solución. La revolución. Felicidad.
No solo lo digo hoy como deducción, no estoy filosofando ni intentando averiguar qué pasaba por mi cabeza. Mil veces dije, vos a mí me salvaste. Y ahora entiendo un poco, fue demasiado. Fue demasiado esperar que vos tuvieras todo lo que yo no. Que estuvieras listo para cubrir mi espalda y el frente. Para sacarme de allá y de acá a la vez. Pudiste con todo menos con salvarme de mi misma. En eso si en algún punto estaba sola.
Quizás no viniste a salvarme, quizás viniste a hacerme más fuerte.
Life’s what you make it, so let’s make it rock
22 may 2017
Fuerte
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